En ruinas

En ruinas

miércoles, 20 de marzo de 2013

Él y ella, oscuridad. (Chapter 1)


Solamente se oía el sonido de la lluvia al caer. En cuanto a las nubes, cada vez se aproximaban más a la costa. El perfecto aroma del mar inundaba la estancia. Las pequeñas gotas que caían le anunciaban que pronto llegaría el invierno. En cuanto se giró vio sus pequeños ojos azules, escrutándole desde la penumbra.
-Pronto llegará el frío.
-Lo se.
-Se aproxima… y lo sabes. Lo sabes muy bien.
-¿Y qué quieres que haga?
Silencio. Habían tenido tantas veces aquella discusión…
-Haz lo que quieras.
Ella ya estaba cansada, cansada de aquella conversación.
Tenían tantos secretos ocultos tras las paredes de su casa…tantos secretos guardados durante años…
En un susurro, él se posó junto a ella, la aproximó a la pared y comenzó a mordisquearle lentamente el cuello. Ella, impertérrita, fingió sonreír. Miraba hacia todas partes, esperando que llegase alguna cosa que lograse que aquella alma en pena pudiese ser feliz; esperando en falso.
-Basta.
-Pero si solo acabo de empez…
-Basta, he dicho.
Se separó lentamente de ella, dejándola respirar, dejándola inspirar un poco de aquella libertad que tan poco saboreaba.
Mientras se alejaba ella le oyó murmurar algo inteligible, que al repetirlo entendió de inmediato:
-Idiota.
Todo se inundó de calma en cuanto él salió de la estancia. Ella miraba atónita la lluvia caer en aquel mar lleno de calma. A veces soñaba con ser ese mar, con sentir su libertad, su espíritu. De pronto comenzó a llorar. Pensó que quizá, algún día, podría llegar a ser como las olas… tan llenas de elegancia, pero a la vez tan rebeldes.
Se separó cautelosamente de la ventana y la cerró con sumo cuidado. Mientras vagaba por la habitación en un extraño trance, murmuró entre sollozos una canción...
Quién tendrá que abrir
Los sueños de la niña
Quién oirá descubrir
Lo que un día me dijo

Es un árbol sin color
El mar me dio su alegría
El perder el amor
De toda su mentira

Alza voces del cristal
El inframundo va a cantar
Comienza la soledad
Comienza la fantasía

De repente, frente al cristal apareció una pequeña sombra. Ella la miró sin ningún atisbo de energía en su mirada, como si estuviese segura de lo que pasaría. De repente, una pequeña niña apareció en la habitación. Era pequeña y de larga melena rubia. Sus ojos eran del color del fuego, por lo tanto su mirada era el mismo infierno. Sus facciones demacradas dejaban entrever un aspecto sombrío…tan sombrío como la luna vestida de rojo. Dejó escapar un bufido. Después de este, la habitación se tornó gélida cual hielo, y la niña siguió la canción que ella había comenzado… pero esta lo hacía con un sonido gutural…enfermizo…demoníaco…
           
15 notas te diré
Cada melodía
En esta mansión yo tendré
Un poco de sintonía

Solamente cree en Dios
Si aquel tiene manos frías
El calor de mis manos
Te dejarán llevar

Si tú cantas esta canción
Tu alma me llevaré
En esta casa del terror
Tú serás un peón

Frente a mi dolor
Tú alma pide perdón….
Frente a mi corazón
Que se va junto a tu vida….

La niña dejó entrever una maliciosa sonrisa y, después, desapareció.
Ella se quedó otra vez sola en aquella estancia que había presenciado, ni más ni menos, la entrada de la oscuridad en persona.




Nota de la autora: La continuación la publicaré dentro de unos días. Gracias por leerme.