En ruinas

En ruinas

lunes, 11 de febrero de 2013

Ciclo vital:vida.

No es simplemente un cuento. Es la vida real.

Circunstancias, situaciones. El fracaso. El rechazo.
¿Amigos? Miles. ¿De verdad? Contemos...
Empezaré por, quizá, el principio...
1. Nacemos, crecemos, reímos.
2.Nuestras madres nos protegen. Nuestros padres nos arropan.
3.Papá nos llevó al Zoo. Mamá nos ha apuntado a Ballet. Quizá seamos buenos.
4.Hemos crecido tanto, que la ropa no nos viene. Nuestros gustos han cambiado junto con nuestro metabolismo.
5.¿Qué es eso rojo que me sale entre las piernas? ¿Y ese pelo? ¿Qué me está creciendo?
6.Ballet no nos gusta, quizá hagamos otras actividades extra-escolares.
7.Nos gusta ese chico/a. ¿Y nosotros a él/ella?
8.El inglés se nos da fatal. No entendemos por qué hay que aprender historia.
9.Ese chico/a nos ha rechazado. A por otro/a.
10.Este nos quiere. No estudiaremos más, aunque seamos inteligentes. Nuestro novio/a es lo mejor.
11.Adiós por un tiempo queridas amigas.
12.Hablando de amigas... ¿quienes sois las de verdad? ¿estáis ahí? ¿nos seguís queriendo?
13.Adiós, pequeño/a. No olvidaré nunca estas 2 semanas de relación.
14.Estudios, estudios y más estudios.
15.Verano por fin. Playa, piscina y playa. Y piscina. Y playa. Y helado. Y playa y piscina.
16.Bachiller. Nuevo novio. Nuevas amigas. ¿Conservamos a las de verdad?
17.La uni. ¿Qué nos cogemos?
18.Es demasiado difícil. Hoy nos vamos de fiesta. Quizá mañana podamos estudiar mejor.
19.Hemos suspendido.
20.Hemos aprobado, después de 4 laboriosos, pero beneficiosos, años.
21.Nos mira con un ápice de sentimiento.
22.Nos hemos enamorado.
23.Es la/el ideal.
24.Casa, trabajo.
25.Hijos. 2, para ser exactos. Se parecen a sus abuelos. Abuelos...papás...
26.Reflexionamos sobre ellos. Ya hace tiempo que nos hemos independizado, pero jamás lo habíamos pensado como deberíamos.
27.Vamos a verles, por tantos años de castigo en los que no les hacíamos caso.
28.¿Os acordáis de los anteriores puntos? Pues los están viviendo nuestros hijos.
29.Nosotros hemos actuado como nuestros padres.
30.Ellos ahora actúan como nosotros.
31.Una vez nuestros hijos llegan al punto 24, nosotros ya estamos en una residencia. O en una casa.
32.En el punto 25, ellos actúan como actuamos nosotros.
33.Ahora, nos toca seguir el ciclo vital. Pero estamos junto a él/ella, después de tantos años...
34.Adiós, mundo.

Vida.

¿Problema?

Momentos cruzados. Miradas enternecedoras.
Un silencio profundo.
El alma de él.
El alma de ella.

















¿Sabéis cuál es vuestro problema? Que jamás os diréis que os amáis.

Mi interior.

He hablado tantas veces sobre cosas realmente comunes, colectivas, que quizá no haya valorado algo sobre mí. Sí, es cierto que hice el autorretrato, pero las cosas han cambiado; siempre lo hacen. Quizá no sea la misma, tenga nuevos amigos, y haya dejado a otros por el camino. Quizá tenga otros gustos musicales, otros pensamientos, otras maneras de afrontar la vida. Quizá la adversidad me haga darme cuenta de la verdadera situación.

Como siempre digo, jamás hay que rendirse, hay que seguir para arriba, subiendo la cuesta de nuestras vidas. 
Pero, últimamente, voy perdida en este mar. Llevo tanto tiempo conteniendo las lágrimas, que quizá me afloran con más facilidad. Y no es solamente un pensamiento; es una realidad. 
Si los golpes fuesen blandos, quizá no me rendiría. Los golpes, tan duros como una piedra, obstaculizan en camino a seguir. 
Harta de las preocupaciones, alérgica a los sentimientos.
Creo que estoy enferma... la vida me ha enfermado.
Entre tantas cicatrices ya no veo ni mi propia piel. Mis propios pensamientos van en contra mía. Quiero luchar, gritar... pero nadie me oiría.
Pocas cosas me harían seguir, continuar. Otras tantas me harían rendirme.
¿Felicidad? Inexistente. Cuando crees que estás en la cumbre, luego bajas. 
Contradicciones a todo momento. Y mi pregunta, ¿qué hago si cuando quiero llorar no puedo?
Mi sentido de vivir se esfuma. Mis ganas. Todo lo que evito pensar se agolpa en mi mente. Intento gritarle que se vaya, que se esfumen los problemas...pero siguen ahí, impertérritos. 
Tantas situaciones confundidas. Tener al enemigo al acecho. Observar la muerte des de cerca. No por mi parte, pero quizá por una cercana...
¿Cómo querer seguir, si mi máquina está rota? 
Intento sonreír, de verdad lo intento. Y lo consigo. Llego a extremos, que soy totalmente feliz. Llego a tales puntos que soy muy feliz. Y otros en los que no quiero salir de mi cama, de mi cuarto... de mi mente. 
A veces el pensamiento es un mal compañero. A veces lo es.

Ahora estoy mal. Luego bien. Luego fatal. Pero, ¿cómo estaré dentro de una semana? ¿Cómo sabré que de verdad estoy bien? ¿Acaso tengo que... arreglar mi maquinaria imperfecta?